Aguascalientes vivió una noche inolvidable en el Corredor Cultural Carranza, donde la música se convirtió en un puente entre emociones, generaciones y fronteras. Más de 400 personas se dieron cita frente al escenario principal, Manuel M. Ponce, para ser testigos de dos espectaculares presentaciones que dejaron huella.
Desde tierras hidrocálidas, Neón Shades abrió la velada con un viaje sonoro que abrazó el alma. Con su característico synth pop, la banda envolvió al público en una atmósfera retrofuturista, repleta de luces vibrantes y sonidos electrónicos que despertaron tanto la nostalgia como la emoción. Temas como "Ser Normal", "Nostalgia Town" y "Come Inside" hicieron que el corazón del corredor latiera al ritmo de los sintetizadores.
Pero la intensidad no terminó ahí. Desde Chile, Fármacos tomó el escenario y elevó el ánimo a otro nivel. Con una interpretación cargada de pasión, la banda de rock alternativo conectó profundamente con el público. Cada acorde, cada palabra, parecía hablarle directamente al alma de los asistentes. Canciones como "Manual de una Pérdida", "Lento" y "Quiero Conocer tu Mundo" desataron una ola de emociones que recorrió cada rincón del evento.
La fusión de talento local e internacional transformó la noche en una verdadera celebración del arte y la música.
Con experiencias como esta, el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC) reafirma su misión de impulsar la diversidad artística y construir espacios donde la cultura florece y une a la comunidad.
Fotografia: Cortesia de IMAC
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