Optimismo oficial y realidades del campo: ¿serán realmente “buenas” las cosechas de 2025 en Aguascalientes?

Con entusiasmo, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) proyecta un buen año agrícola para Aguascalientes gracias a la favorable temporada de lluvias que ha permitido sembrar ya la totalidad de cultivos de temporal y de riego. Sin embargo, detrás del optimismo institucional expresado por Carlos Enríquez, subdirector de Ríos de la CONAGUA, aún persisten incertidumbres estructurales que enfrentan los agricultores locales.

 

Según Enríquez, “ya debe estar sembrada en su totalidad la superficie anual”, y con presas y bordos “llenos o casi llenos”, se anticipan cosechas tempranas de frijol y maíz forrajero. No obstante, estas declaraciones contrastan con la realidad cotidiana de muchos productores, quienes siguen dependiendo de factores climáticos inestables, insumos costosos, y sistemas de aseguramiento poco eficientes.

La lluvia no lo es todo

Aunque las lluvias de mayo y junio de hasta 43 mm acumulados en la última semana de mayo permiten un avance importante en los cultivos, el pronóstico de buenas cosechas se queda corto al considerar otros elementos esenciales. ¿Qué ocurre con la calidad de las semillas, la preparación del terreno, la disponibilidad de fertilizantes y el acceso al crédito? Estas variables determinan el éxito o fracaso de la cosecha, pero suelen ser omitidas en los partes oficiales.

 

Además, los testimonios de agricultores en zonas rurales del estado evidencian una disparidad entre los datos institucionales y la experiencia real en campo. Algunos productores lograron sembrar de forma anticipada y con riego, lo que les permite ver ya crecimientos superiores a los 40 o 50 centímetros. Pero otros, sin acceso a sistemas de riego o con recursos limitados, apenas comienzan a ver brotes de 10 o 15 centímetros, confiando en que las lluvias no se interrumpan.

 

Los seguros agrícolas: ¿solución o ilusión?

El funcionario también señala que “hay seguros que tienen algunos agricultores”, pero matiza que sólo funcionan si hay nacencia de las plantas. Este detalle no es menor: si las semillas no germinan, no hay indemnización. En un país donde muchos campesinos no cuentan con pólizas activas, y donde la burocracia para cobrar un seguro puede tardar meses, ¿es razonable presentar este mecanismo como un respaldo efectivo?

 

¿Una visión técnica sin enfoque social?

Lo que parece faltar en el discurso de CONAGUA es una visión más integral del campo. Los buenos niveles de las presas son, sin duda, una buena noticia. Pero no bastan. Hace falta también hablar de políticas públicas que aseguren una verdadera sustentabilidad del agro: asistencia técnica oportuna, precios de garantía justos, acompañamiento post-cosecha, y apoyo directo a productores de pequeña escala.

 

Un buen año... para quién

Con todo, la afirmación de que “sin duda será un buen año para Aguascalientes” requiere matices. ¿Para quién será bueno? ¿Para los grandes productores con sistemas de riego mecanizado? ¿Para los campesinos que viven al día y deben elegir entre sembrar o alimentar a su familia? El campo hidrocálido no es homogéneo, y los beneficios de una temporada lluviosa podrían no reflejarse de forma equitativa.

En conclusión la parte optimista de CONAGUA resulta útil como indicador técnico, pero insuficiente como diagnóstico completo de la realidad agrícola en Aguascalientes. Las lluvias traen esperanza, pero las cosechas realmente buenas dependen de mucho más que agua: requieren políticas, apoyo, equidad y visión a largo plazo. Celebrar anticipadamente el éxito del ciclo agrícola sin atender las condiciones estructurales del campo es, en el mejor de los casos, ingenuo; en el peor, irresponsable.

FOTOGRAFIA: CORTESIA DE CONAGUA

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios