La madrugada del pasado 9 de mayo fue testigo de una noche inolvidable en el Palenque de la Feria Nacional de San Marcos, donde Remmy Valenzuela volvió a demostrar por qué es uno de los artistas más queridos del regional mexicano. A pesar de iniciar su presentación con retraso, el público se mantuvo eufórico y fiel, coreando cada una de sus canciones incluso antes de que el sinaloense pisara el escenario.
El espectáculo comenzó de forma intensa y vertiginosa, con Remmy imprimiendo toda su energía desde los primeros acordes. Su peculiar estilo, mezcla de virtuosismo en el acordeón y una voz cargada de sentimiento, rápidamente creó esa conexión mágica con la audiencia, una característica que ha definido sus presentaciones a lo largo de su carrera.
Aunque el show arrancó tarde, Valenzuela ofreció una velada completa y generosa, que se extendió hasta después de las 4 de la mañana. Entre temas románticos, corridos y momentos de improvisación, el artista mantuvo la entrega total en el escenario, haciendo vibrar a un recinto que no dejó de cantar, aplaudir y ovacionar en ningún momento.
La comunión entre Remmy y su público fue tan intensa que, lejos de disminuir, la energía fue creciendo con el paso de las horas. Cada canción se convirtió en un himno compartido, y la emoción en el palenque se vivía como si fuera la primera vez.
Una vez más, Remmy Valenzuela ratificó que más que un concierto, lo suyo es una experiencia en vivo cargada de pasión, talento y cercanía con su gente. Sin duda, una noche que quedará marcada en la memoria de todos los asistentes.
Fotografia: Cortesia de Abigail Loera
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