El teatro no solo se vive, se aprende, se siente y se transforma… Y eso quedó más que claro este fin de semana en el Foro Cultural “AL TROTE”, donde la obra Spencer P demostró que el arte escénico también es una poderosa herramienta para sembrar valores y conciencia en los más pequeños.
Esta puesta en escena infantil logró algo más que carcajadas: enseñó, emocionó y tocó el corazón de niños y adultos por igual. La historia gira en torno a Spencer, un simpático y carismático súper héroe con unos kilos de más, cuya debilidad son las hamburguesas, las papas fritas… y todo lo que huela a comida chatarra.
Pero no todo es juego: la malvada Reina Lágrima busca robar la tristeza de los niños para convertirse en una bella doncella, y Spencer, junto a sus entrañables amigos, se enfrenta a la gran disyuntiva de elegir entre el placer de comer sin medida o el valor de ayudar y hacer lo correcto.
La obra, llena de colores, música original, bailes y una producción que apuesta por el dinamismo y la interacción constante con el público, convierte el escenario en una auténtica fiesta de emociones. Lo más valioso, sin embargo, es el mensaje: el poder de la amistad, la importancia de las decisiones y cómo los errores también nos enseñan a crecer.
Una vez más, el Foro “AL TROTE” cumple su misión de acercar el teatro a todas las edades, con montajes que entretienen pero también nutren el alma. Porque cuando un niño ríe y al mismo tiempo comprende que puede ser mejor persona, el teatro ha cumplido su verdadera función.
Spencer P no solo salvó la alegría… nos recordó que, en cada pequeño espectador, hay un héroe en formación.
Fotografía: Cortesía de Valeria Rios
Añadir comentario
Comentarios