“Matilde y el Fantasma”: una obra para reflexionar entre risas y sustos

Este sábado 19 de abril, a las 12:30 horas, el espacio escénico "El Ombligo y Sueño Azul Teatro", en Aguascalientes, abrirá sus puertas para recibir una función muy especial: la puesta en escena de “Matilde y el Fantasma”, una obra que combina el humor, la ternura y la reflexión a través del teatro visual y corporal.

 

La historia nos presenta a Matilde, una granjera que vive en paz rodeada de animales, plantas y mucho trabajo. Sin embargo, sus noches se ven perturbadas por un fantasma juguetón que aparece para disfrutar de los pasteles de jengibre y la belleza del hogar. Lo que comienza como una molestia nocturna se convierte en una entrañable historia de convivencia, explorando temas como la relación entre lo cotidiano y lo inesperado, la aceptación del otro y la búsqueda de armonía en las diferencias.

 

La obra destaca por su fuerte componente visual. La fotografía promocional muestra un momento clave del montaje: el encuentro cómico y sorpresivo entre Matilde y el fantasmal visitante. En la imagen, se observa al personaje del fantasma con un maquillaje corporal completo en blanco, cubierto de espirales y líneas negras que resaltan bajo una iluminación teatral vibrante. A su lado, Matilde, con bata morada y expresión de asombro, aporta un contraste escénico que refleja la dinámica lúdica y energética de la obra.

 

El montaje está pensado para públicos de todas las edades, y utiliza recursos del teatro físico, la narrativa visual y la ilustración escénica para transmitir un mensaje sobre las relaciones humanas y cómo la empatía puede transformar el conflicto en conexión.

 

Este evento forma parte del Corredor Cultural Carranza 2025, organizado por el Municipio de Aguascalientes a través del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC), como una invitación abierta a disfrutar del arte en comunidad.

 

Una cita imperdible para quienes buscan entretenimiento con fondo, imágenes que enamoran y una historia que toca fibras profundas.

Fotografia: Cortesia de Abigail Loera

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